El debut de Dirceu en Vallecas

Madrid, 17 mar (EFE).- Después del brillante triunfo en Mánchester, el Atlético disputará el sábado ante el Rayo Vallecano otro crucial encuentro. Cuarenta y dos años y cuatro meses atrás, el 18 de noviembre de 1979, el brasileño José Guimaraes Dirceu, un virtuoso del fútbol, debutó en el recinto vallecano. El Atlético cayó ante el Rayo (4-1), que liderado por el uruguayo Fernando Morena, ahogó a los rojiblancos. Dirceu se estrenó con derrota, pero comenzó a dejar destellos de su zurda sublime.

“Yo les entregaba balones y ellos me devolvían sandías”, había dicho el futbolista sobre su etapa en el América de México, en el que militó antes de viajar a Madrid. "En el Atlético será diferente. En España volveré a recobrar prestigio. También podré jugar con la selección de mi país”, explicó en la capital de España, en la que aterrizó para suplir a Rubén “Ratón” Ayala y tras un traspaso de 40 millones de pesetas (240.000 euros).

Tres días después, el Atlético se presentó en Vallecas en una situación muy delicada, con tres negativos en la tabla. Luis Aragonés alineó a Reina, Guzmán, Ruiz, Pereira, Quique; Robi, Leal, Dirceu, Marcos, Rubén Cano y Rubio. El Rayo, dirigido por el uruguayo Héctor Nuñez, jugó con Mora, Anero, Uceda, Tanco, Rocamora, Custodio, Robles, Marián, Clares, Morena y Alvarito.

En el partido, que se disputa en estadio repleto, los colchoneros aguantan hasta el minuto 60. Incluso, Rubén Cano estrella un balón en el poste en la primera mitad. A la hora de juego, Pereira toca el esférico con la mano dentro del área y Morena transforma el penalti. Siete minutos después, Alvarito hace el segundo, directamente de un saque de esquina. En el 69, otra vez Morena supera a Reina. Rubén Cano anota de penalti el 3-1 en el 79 y Marián pone la guinda a la goleada rayista en el 89 (4-1). Dirceu muestra grandes cualidades con una zurda imponente, pero físicamente no está bien y sucumbe en su estreno.

Miguel Angel Ruiz, titular ese día en el centro de la defensa junto a Pereira, le recuerda como “un excelente jugador”. “Tenía un mezcla de exquisita calidad técnica con una zurda espectacular y tampoco dejaba de correr en todo el partido. Tenía una capacidad de sacrificio y de trabajo enorme. No era un jugador defensivo, pero trabajaba mucho. La temporada 1980-81 jugué con él y con Quique Ramos en el centro del campo y metí muchos goles de cabeza con sus centros. Con mirarle, yo sabía dónde la iba a poner”, comenta a EFE el exfutbolista.

A pesar de su fuerte carácter (en agosto de 1981 un enfrentamiento con García Traid supuso la destitución del técnico y una sanción económica al jugador), Dirceu dejó poso en el vestuario. “Tuvimos una gran relación de amistad. Mi mujer también se llevaba muy bien con la suya. Con él había un ambiente extraordinario en el equipo. Esos años salieron muchos jugadores de la cantera y se hizo con él un ambiente extraordinario”, señala Ruiz.

Dirceu estuvo en el Atlético hasta 1982. En Madrid se doctoró como un magnífico centrocampista. Por eso ya había estado en los mundiales de Alemania’74 y Argentina’78 y lo haría también en el de España’82. Durante sus tres campañas en el Manzanares, una bajo la presidencia de Vicente Calderón y dos con Alfonso Cabeza, deja un extenso repertorio de pases largos y golpes francos que acompañaba con su típico gesto, con la lengua mordida por fuera de la boca.

El 15 de septiembre de 1995 fallece en Río de Janeiro en un accidente de tráfico, con sólo 43 años. “Poco antes, siendo yo director deportivo del club, viajé a Brasil y estuve allí quince días. Dirceu me atendió maravillosamente. Impresionante”, recuerda Ruiz, que también rememora los combates contra el Rayo Vallecano. “El Rayo siempre ha sido y es un equipo muy competitivo. En su estadio siempre han sido partidos muy complicados porque al estar el público tan cerca, las dimensiones del césped parecen más pequeñas de lo que son en realidad”.

El mal estado de la hierba era común en casi todos los campos en su época. "Era muy parecido en todos los campos. Entonces estábamos acostumbrados a jugar en terrenos pelados y con barro. No es como ahora. En la actualidad los campos de juego están más cuidados. Ha habido muchos avances. Por eso, se nota más la diferencia cuando uno está mal. Ahora es otro fútbol”, cuenta Ruiz.

Rayo y Atlético dirimirán el sábado un nuevo derbi en un viejo y mítico estadio, en el que un día se presentó en España una leyenda. Cuarenta y dos años después, Dirceu y su fútbol vuelven a la actualidad.

Jenaro Lorente

(c) Agencia EFE