Los Pistons de 2004, el equipo que puso fin a la dinastía de Lakers con Kobe y Shaq

AUBURN HILLS, MICHIGAN:  Ben Wallace #3 de los Detroit Pistons sostiene el trofeo Larry O'Brien, el del campeonato de la NBA, mientras celebra con sus compañeros, después de vencer a Los Angeles Lakers 100-87 en el Juego 5 de las Finales de la NBA de 2004, el 15 de junio de 2004 en The Palace of Auburn Hills en Auburn Hills, Michigan. (Foto de Tom Pidgeon/Getty Images)

Los Detroit Pistons de la temporada 2003-04 no solamente serán recordados por haberse coronado como campeones de la NBA y superar en cinco juegos en las Finales de la NBA a los poderosos y ampliamente favoritos Los Angeles Lakers, consumando una de las más grandes sorpresas en la historia de la liga, sino también por la manera en la que lo lograron y por las implicaciones que tuvo ese campeonato, ganado con base en una defensa de dientes apretados.

Esa versión de los Pistons no solo dejó en shock al mundo del basquetbol por conseguir el título en una temporada en la que realmente muy pocos confiaron en ellos, sino por el sello que le imprimieron a su juego, basado en una defensiva que se hacía sentir en todas partes de la cancha y a lo largo y ancho de los 48 minutos de juego.

AUBURN HILLS, MICHIGAN:  Ben Wallace #3 de los Detroit Pistons y Kobe Bryant #8 de Los Angeles Lakers pelean por la posición en el primer medio del Juego 4 de las Finales NBA de 2004 el 13 de junio de 2004 en The Palace of Auburn Hills en Auburn Hills, Michigan. (Foto de Jed Jacobsohn/Getty Images)
AUBURN HILLS, MICHIGAN: Ben Wallace #3 de los Detroit Pistons y Kobe Bryant #8 de Los Angeles Lakers pelean por la posición en el primer medio del Juego 4 de las Finales NBA de 2004 el 13 de junio de 2004 en The Palace of Auburn Hills en Auburn Hills, Michigan. (Foto de Jed Jacobsohn/Getty Images)

El fin de la dinastía Shaq-Kobe en los Lakers

En 2004, los Pistons consumaron una de las más grandes sorpresas en la historia de las Finales de la NBA al derrotar en cinco juegos a unos Lakers que eran ampliamente favoritos, de acuerdo con las casas de apuestas.

El diferencial de los momios para ambos equipos era tan grande que mientras los Lakers entraban a las Finales con un -700 en la modalidad Moneyline [la línea del dinero] (es decir que para ganar 100 dólares apostando por ellos había que invertir 700), los Pistons eran desfavorecidos con +500 (con una ganancia de 500 por cada 100 apostados).

El guardia de los Detroit Pistons Richard Hamilton (32) hace una clavada delante del armador de Los Angeles Lakers Derek Fisher (2) durante las acciones de la primera mitad del Juego 5 de las Finales de la NBA de 2004 in Auburn Hills, Michigan, el 15 de junio de 2004. El guardia de los Pistons Lindsey Wallace (10) se ve en el fondo.. REUTERS/Lucy Nicholson  PJ

Otro antecedente que tampoco ayudaba al equipo dirigido por el coach Larry Brown, era que de 1999 a 2003 los equipos que representaron a la Conferencia Este en las Finales de la NBA solamente habían ganado seis juegos en ese lapso. Y si bien es cierto que Detroit también sorprendió al derrotar al favorito del Este como los Indiana Pacers, los Pistons no contaban con una súper estrella en sus filas, como otros equipos que habían ganado campeonato antes.

Pero nada de eso importó y pese a que los Lakers contaban con Shaquille O'Neal, Kobe Bryant, Karl Malone, Gary Payton, Horace Grant o Derek Fisher, comandados por el entrenador Phil Jackson, quien capturó seis títulos con los Chicago Bulls. A cambio, los Pistons tenían a Chauncey Billups (quien acabó siendo el MVP de las Finales), Ben Wallace, Richard Hamilton o Tayshaun Prince.

Durante esas Finales, la defensa de los Pistons maniató a la portentosa ofensiva de los Lakers, al permitirles solo 82 puntos en promedio a lo largo de cinco juegos, derrotando a los californianos por al menos una diferencia de ocho puntos en cada una de las cuatro victorias.

Antes de esa disputa por el cetro de la NBA, Ben Wallace ya había ganados dos veces el nombramiento como Jugador Defensivo del Año, un galardón que habría de ganar un par de veces más en su carrera, siendo junto con Dikembe Mutumbo (Nuggets, Hawks y 76ers), quienes en más ocasiones se han adjudicado ese premio, con cuatro.

Lo que probablemente resulte como el mayor timbre de orgullo para los Pistons de 2004 es que gracias a su inesperado triunfo, empujaron al fin de la dinastía de los Lakers que teniendo a Shaq y a Kobe como sus pilares, llegó el fin de una era para el equipo californiano, pues mientras O'Neal fue canjeado al Miami Heat, Bryant tomaría las riendas del equipo en la cancha.

El camino previo, fue un aviso que mandó Detroit

Con marca de 54-28, ocupando el segundo lugar de la División Central en la campaña 2003-04, los Pistons clasificaron a los playoffs sin ser considerados el amplio favorito del Este, pese a tener la segunda mejor marca de la Conferencia, solo detrás de los Pacers (61-21).

A pesar de ello, en la primera ronda eliminaron a los Milwaukee Bucks en cinco juegos, en el último de ellos empezando a mostrar la sólida defensa que estaban decididos a emplear para llegar lejos, limitándolos a solo 77 unidades.

MILWAUKEE:  Tayshaun Prince #22 de los Detroit Pistons es custodiado por Michael Redd #22 de los Milwaukee Bucks en el Juego 3 de los Cuartos de Final de la Conferencia del Este de la NBA de 2004, en el Bradley Center el 24 de abril de 2004 en Milwaukee, Wisconsin. Los Pistons ganaron 95-85.(Foto de Jonathan Daniel/Getty Images)
MILWAUKEE: Tayshaun Prince #22 de los Detroit Pistons es custodiado por Michael Redd #22 de los Milwaukee Bucks en el Juego 3 de los Cuartos de Final de la Conferencia del Este de la NBA de 2004, en el Bradley Center el 24 de abril de 2004 en Milwaukee, Wisconsin. Los Pistons ganaron 95-85.(Foto de Jonathan Daniel/Getty Images)

En la segunda ronda se midieron a los entonces llamados New Jersey Nets, a quienes superaron en siete juegos, siendo su más duro rival en la postemporada. Sin embargo, los Pistons, desde el Juego 1 mostraron esa defensiva sofocante, con la que limitaron a los Nets a solo 56 unidades, pero en el sexto y séptimo encuentros, también los dejaron en 75 y 69 puntos nada más.

Los Pacers fueron el último obstáculo de Detroit esa campaña, midiéndose en la Final de la Conferencia del Este, pero los Pistons los liquidaron en seis encuentros, particularmente limitándolos en 65 puntos en los Juegos 5 y 6, para de manera sorprendente avanzar a las Finales de la NBA. Muchos pensaron, a este punto, que ya el equipo de la Ciudad Motor había cumplido y hasta superado sus propias expectativas.

Sin embargo, los Pistons no se detendrían ahí, pese a que el emparejamiento contra los poderosos Lakers les era completamente desfavorable, pero gracias a esa disparidad, escribieron uno de los capítulos más asombrosos en la historia de las Finales de la NBA.

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